lunes, 28 de noviembre de 2016

Tarta de chocolate (la tarta de cumpleaños de mi madre)

Últimamente todo lo que hago son tartas de cumpleaños. Eso sí, no me puedo quejar.porque, debido a la relevancia de la ocasión, son de ese tipo de tartas en las que se pone especial esmero en la presentación, lo cual me proporciona una oportunidad para innovar y practicar una faceta que he tenido bastante olvidada hasta momentos relativamente recientes.

En esta ocasión mi madre me encargó una tarta de bizcocho de chocolate con relleno de mermelada de albaricoque de su cosecha. Y dicho y hecho. Para el bizcocho seguí la primera receta de esta página, y lo cierto es que me quedó tan jugoso que no sé hasta qué punto fue un aporte del almíbar de la compota de albaricoque (que apliqué generosamente con una brocha de cocina), y todo ello a pesar de que le sometí a un segundo horneado porque me daba la impresión de que había quedado poco hecho. Sin lugar a dudas, es el mejor que he hecho hasta la fecha.



En cuanto a la presentación, se nota que una amiga me prestó las boquillas de su manga pastelera, pues este acabado tan profesional jamás lo habría logrado con las mías (siempre me quedan montones amorfos. La cobertura es el clásico baño de chocolate fondant y nata para montar a partes iguales, 400 y 400 para no pillarme los dedos, y las "barandillas" las hice realizando líneas en zig zag de chocolate blanco sobre papel de horno y enfriando brevemente en el congelador. Entre medias, coloqué unos conguitos para decorar. Las líneas de la tarta son de ese mismo chocolate, aunque aún tengo mucho que pulir en ese sentido.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Pollo a la cerveza con miel

Como sobró bastante cerveza del día de la celebración del cumpleaños y no bebo, la he empleado para fines culinarios y me he marcado un pollo a la cerveza con miel. Un deleite para el paladar.


He seguido esta receta, a la que le añadí dos cucharadas de miel y hiervas que me trajo mi madre del pueblo, como tomillo, ajedrea, perejil, etc., así como algo de pimienta blanca molida.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Tarta de nata con almendras fileteadas (mi tarta de cumpleaños)

Si algo tiene de bueno saber algo de pastelería, es la ventaja de poder hacer tus propias tartas en acontecimientos sociales clave tales como cumpleaños, incluidos los propios. Para el mío tenía pensado imitar una que solíamos comprar año tras año en estas ocasiones, y que consistía básicamente en una tarta de nata, tanto en relleno como en cobertura, llevando almendras fileteadas adheridas a esta última, y con guindas en la parte superior. Para ser la primera vez, no me ha quedado mal, especialmente la presentación, aunque me hubiera gustado que estuviera un poco más dulce (es lo que tiene haber añadido el azúcar a ojo).




Algunos datos adicionales:

  • La receta que seguí para hacer el bizcocho fue esta. La verdad es que cumple lo que promete, pues siempre que la hago me queda bastante esponjoso y alto, muy apto para tartas de todo tipo de presentación.
  • Como siempre, parte del azúcar que añadí era glas para que actúe como estabilizante de la nata montada, a la que añadí un poco de maizena para curarme en salud. No puedo dar medidas exactas ni proporciones porque, como digo, lo hice a ojo, pero calculo que en torno a la tercera parte del azúcar era glas. 
  • También empapé el bizcocho con el almíbar de las cerezas, aunque se quedó algo justo. La próxima vez haré almíbar extra y lo mezclaré con ese. 
  • Las guindas quedaron distribuidas de forma relativamente heterogénea porque en principio las coloqué al tuntún, hasta que vi que era mejor que ocupasen todo el perímetro. De todas formas no había bastantes para ese propósito, aunque poco faltó. 
  • La cantidad de nata empleada fue de tres bricks de 200 mililitros cada uno (600 ml en total), y me sobró una pequeña cantidad, de modo que calculé bien. 
  • Las almendras (recogidas directamente del árbol por nosotros mismos) fueron fileteadas a mano. No puedo especificar cantidad, pero ocupaba un tarro relativamente pequeño, y sobró.

martes, 1 de noviembre de 2016

Croquetas dulces

Sé que existen las empanadillas dulces, pero ¿y las croquetas dulces? Eso fue lo que me pregunté ayer, pero en vez de buscarlo, me puse manos a la obra e hice mi propio experimento. Estas croquetas dulces se componen de crema pastelera con extra de maizena para hacerla más compactas y tacos de manzana para simular los "tropezones" de las croquetas.


La receta que he empleado ha sido la siguiente:

400 ml de leche
3 yemas
80 g de azúcar
70 g de maizena (almidón)
Pelladura de limón
1 manzana
Pan rallado para rebozar

- Calentar a fuego medio o lento la leche junto con 30 gramos de azúcar y la peladura de limón (así se macerará mejor). Cuando comience a hervir, se apaga el fuego y se retira la peladura de de limón.

- Cortar la manzana en tacos pequeños y dejar en un lugar accesible cerca del fuego.

-Cascar los huevos y separar las yemas de la clara. Reservar esta última, pues la usaremos para el rebozado.

- En un bol, mezclar las yemas, el resto del azúcar y la maizena tamizada.

- Verter la leche progresivamente en dicho bol mientras removemos sin parar con una batidora de varillas. Devolver a la cazuela, a ser posible mediante un colador por si algo de la yema se hubiera coagulado o quedase algún trozo de piel de limón.

- Calentar a fuego medio-lento sin dejar de remover. Cuando haya alcanzado temperatura, se añaden los taquitos de manzana y se continúa removiendo hasta que quede una masa bastante espesa. Dejar enfriar.

- Ir sacando en trozos la masa para darle forma, igual que haríamos con las croquetas. Rebozar en pan rallado, huevo (la clara sobrante, en realidad) y de nuevo sobre el pan rallado. Repetir este proceso hasta que terminemos con toda la masa.

- Una vez que el aceite para freír haya alcanzado una alta temperatura, freímos las croquetas, dorándolas al gusto.

OBSERVACIONES

- Yo hice la masa de un día para otro, por lo que al día siguiente estaba fría y rígida y me costó más darle forma. Conviene que esté ligeramente caliente.

- Por muy pesado que parezca, conviene lavarse las manos una vez acabada cada croqueta para eliminar el pan rallado y la masa que se nos peque, pues si no es posible que cueste darle forma al pegarse a las manos con más facilidad.

- El sabor que quedó fue como el de la tarta de manzana. Quizás también podría irle bien las pepitas de chocolate, las pasas o nueces o almendras molidas.